“Así va el barrio” :: 016/06/2008

1. La reaparición de las grandes ratas en algunas escaleras de La Mina | 2. E l derecho a tener transparencia informativa | 3. Reunión con Arquitectos sin fronteras

Bienvenidos una semana más al programa “Así va el barrio” que los de la Plataforma de Entidades y Vecinos de La Mina hacemos cada semana para informar a la gente que esté interesada en las cosas que pasan en nuestro barrio.

Hoy os hablaremos de un problema de ratas, de una reflexión seria de la Plataforma y de una reunión con Arquitectos sin fronteras.

1. La reaparición de las grandes ratas en algunas escaleras de La Mina

Ratones siempre los ha habido en nuestro barrio y grandes ratas, de vez en cuando. Pero ahora estamos ante una reaparición de las grandes ratas.

Una de las escaleras más afectadas es la de Marte 20. Las causas de esta reaparición son múltiples. Una de ellas son las obras realizadas por la separación de las porterías 18 y 20. Los vecinos afectados nos recuerdan que no estuvieron de acuerdo en el modo que se hacían esas obras por parte de Pla de Besòs, pero que no se les hizo ni caso. Se puso un enrejado de más o menos 15 por 25 cms, suficientemente amplio para que las ratas ahora puedan pasar. Los vecinos se quejan de que las obras están mal hechas.

Si añadimos el tema de que hay algunos vecinos incívicos que tiran la basura por la ventana o la dejan en cualquier parte, no es raro que, con el fino olfato de las ratas y la posibilidad de acceso que tienen, aquello sea jauja. La otra noche unos vecinos contaron casi una docena de grandes ratas. Se ha tirado veneno y ahora hay ratas y olor de rata muerta.

Se ha hecho una recogida de firmas y se hará una instancia dirigida al regidor de Medio Ambiente, Gregorio Camacho, para que se busquen soluciones.

Hay que añadir que eso no es exclusivo de la calle Marte. También hay otros vecinos, por ejemplo en la calle Venus 7-9, que se quejan de una nueva reaparición de grandes ratas.

Esperamos que pronto se solucione.

2. E l derecho a tener transparencia informativa

Hace ya mucho que los movimientos vecinales de La Mina nos venimos quejando que las administraciones practican comportamientos poco transparentes con los ciudadanosmientras se llenan la boca hablando de participación ciudadana.

La democracia real está basada en la participación, pero ésta es imposible sin la transparencia informativa. El ciudadano quien tiene derecho a conocer, a expresarse libremente.

Lo primero es conocer. El ciudadano que conoce tiene capacidad de formarse una opinión sobre los asuntos de la esfera pública. Sin transparencia informativa esto es absolutamente imposible.

Por eso, desde la Plataforma no paramos de peguntar y de querer tener informaciones transparentes, porque tenemos derecho a saber sobre aquello que nos concierne. Pero por desgracia, la administración que es quien tiene las respuestas no quiere responder porque en el control de la información radica su poder. Por eso nuestras preguntas tienen muchas veces la callada como respuesta. Además, nos damos cuenta de cómo, a los que preguntan sobre lo que tienen derecho a saber, los políticos acaban mirándolo con malos ojos.

En España, tenemos una democracia muy joven (o dicho de otra manera, poca tradición democrática), y los políticos, y por lo tanto los funcionarios que dependen de ellos, no están educados en la tarea de informar al público.

En los países realmente democráticos, la ley obliga a las administraciones a dar la información a los usuarios de una manera pública y transparente. Negar una información a los vecinos, puede ser delito. En cambio, aquí, la información se esconde y se niega sistemáticamente y no pasa nada. Lo grave es que no tenemos ley que proteja nuestros derechos a la información, y por lo tanto esas actuaciones de los políticos aquí no son delito.España, junto a Grecia, Chipre y Malta, es uno de los cuatro países de la UE que no tiene ninguna ley que garantice la transparencia informativa a los ciudadanos.

El PSOE prometió en campaña electoral hacer una ley de información pública que solucione este vacío legal. Pero nunca encuentra el momento de hacerla. Si esa ley de transparencia informativa existiese no habrían pasado tantos escándalos y abusos en nuestros Ayuntamientos, como hemos ido sabiendo estos últimos años. Aquí aún sigue primando la cultura del secretismo y la negación de información al ciudadano, típica de otros sistemas políticos. Los poderes públicos españoles aún se creen que “la información es suya”. Y, claro, tener información es tener el poder. Pero no es suya, es de los ciudadanos, igual que el dinero que manejan, que es también de los ciudadanos.

La concepción cerrada de la Administración está lejos de las demandas de una parte de la sociedad (no de toda porque entre los que pasan y los que viven del clientelismo) permite al mundo político seguir viviendo de espaldas a una sociedad abierta y transparente, que tiene derecho (aunque ni el PP, ni el PSOE hayan hecho la ley) a que los que mandan expliquen sus actuaciones y cómo se gastan el dinero.

Nuestros derechos vecinales a la información, que con el Plan de Transformación Social que el Consorcio (dinero público) está llevando a cabo, no nos son respetados. Muchos vecinos nos sentimos toreados y burlados, cuando hemos pedimos tener unas informaciones a las que tenemos derecho.

Es verdad que a veces hemos pedido alguna información, clara y sencilla, y sí que han contestado, pero esa no suele ser la tónica general. Y a veces se nos responde con un mogollón de datos y estadísticas que no nos aclaran las cuestiones. Es la táctica de llenarte de estadísticas e informaciones accidentales para que no pilles la información fundamental.

En la Plataforma nos sentimos ciudadanos libres, adultos y con derechos. No súbditos pedigüeños, que siempre hemos de estar reivindicando nuestros derechos. Porque nosotros creemos que: El derecho a la información es universal; forma parte de los Derechos Humanos y debe ser garantizado por la autoridad. Mucha gente de Sant Adrià queremos que nuestro derecho a la información sea reconocido por nuestro Ayuntamiento,como se reconoce en 22 de los 27 países más democráticos de Europa.

¿Porqué hemos de aguantar que el mundo de nuestros políticos siga viviendo cómodamente en la opacidad de sus decisiones, a costa de nuestros derechos ciudadanos?.

La transparencia informativa es sinónimo de sociedad democrática. La clase política tendría que estar más interesada en transmitir la información a los ciudadanos y no temer a la opinión pública. Aquello que no es secreto oficial, que no atenta contra la seguridad y la lucha antiterrorista, que no perjudica la averiguación de delitos y la protección de datos personales, tiene que ser por definición público y de libre acceso. No debe ser un privilegio de los periodistas, sino de todos, porque alimenta la condición ciudadana y sustenta la democracia contemporánea. Ha llegado el momento de dejar de ser la excepción. Nosotros, los periodistas, lo agradeceremos en nuestro trabajo diario, y los ciudadanos, aún más.

3. Reunión con Arquitectos sin fronteras

Este jueves pasado asistieron a la asamblea de la Plataforma cinco arquitectos (d’Arquitectes sense fronteres), para mirar de que colaboren con nosotros si los necesitamos.

A la Plataforma han llegado repetidas veces quejas de vecinos sobre obras, pero, por desgracia se han hecho “a toro pasado”. Por poner algún ejemplo, hablaríamos de quejas sobre la división de las entradas de las porterías, de algunas obras sobre los ascensores, sobre las obras de la nueva Biblioteca, etc.

El objetivo de ponernos a trabajar con ellos es simplemente que no nos vuelva a pillar el toro con el tema de los nuevos pisos para realojos que se van a construir.

Nos explicamos. Los de la Plataforma estamos contentos de que en todo el tema de los realojos el Ayuntamiento haya movido ficha y lo haya hecho, de entrada, bien.

Por eso, si los vecinos afectados negocian directamente con el Ayuntamiento y están contentos con las informaciones que les dan y las negociaciones que se llevan a cabo, nosotros creemos que no nos hemos de meter por el medio. Pero eso no quiere decir que nos desentendamos. Todo el proceso de transformación de La Mina que se lleva a caboestá tan falto de informaciones y es tan oscuro y opaco, que, por lo que pueda pasar nosotros seguimos preparando infraestructuras alternativas por si todo este tema de los realojos acaba encallándose y la gente vuelve a acudir a la Plataforma. No queremos que nos vuelva a pasar como con las escaleras o con los ascensores.

Ojalá nuestro trabajo de prevención no sirva para nada, porque todo vaya sobre ruedas. Pero, dejadnos decir que, como funciona este Ayuntamiento y este Consorcio, tenemos nuestras dudas.