“Así va el barrio” :: 28/05/2007

Ya tenemos nuevo equipo municipal

Felicidades a todos los que han obtenido alguna regiduría, hayan ganado las elecciones o no. En Sant Adrià se ha repetido exactamente la misma correlación de fuerzas que las pasadas elecciones municipales. Les deseamos a todos, que estén a la altura de las circunstancias actuales que estamos viviendo.

Decía Mounie: ” todo lo que hacemos en la sociedad, es político; aunque lo político no abarca toda la realidad humana”. Y, hablando de las sociedades más desfavorecidas decía que “fuera de la política no hay salvación para los pobres; la fuerza de los pobres está en su unión”. Por eso, dice el poeta, hablando del ser humano frente a cualquier poder: “Un hombre solo, una mujer, así, tomados de uno en uno, son como polvo; no son nada”. La política, como participación ciudadana, es tan importante que sin ella no hay salvación para los pobres y la sociedad civil acaba siendo menor de edad.

A pesar de todo eso comprobamos con cierta alarma, la elevada abstención que se va produciendo. Ya sabemos que el mal es bastante general y que a la hora de explicarlo, cada uno lo justifica como puede o como le conviene. Concretamente, en Sant Adrià vemos que:

– en el 1999 votaron un 55’63 % de los ciudadanos con derecho a voto
– en el 2003 votaron un 52’44 % de los ciudadanos con derecho a voto
– y en el 2007 han votado sólo un 44’37 % de los ciudadanos con derecho a voto

Es alarmante cómo la gente “pasa” de ir a votar, y que la política y los políticos, generan cada día más pasotismo y menos interés.

Los de la Plataforma, como conjunto, no somos de ninguna sigla concreta, ni defendemos a ningún partido. Pero creemos que sin la participación de los vecinos en la creación de la ciudad (y no sólo a la hora de ir a votar) no tendremos salvación en el barrio. Como mucho, seremos eternos menores de edad, esperando que “papá ayuntamiento o papá consorcio” nos arreglen los problemas, como si fuésemos niños pequeños.

En esta línea de pensamiento, la asamblea de la Plataforma, el jueves pasado antes de las elecciones, preparó tres peticiones para presentárselas a los nuevos responsables municipales. Nuestras tres peticiones son estas:

  1. Que sean humildes: Eso quiere decir que ni se crean superiores a la gente del pueblo que les ha elegido, ni que todo el mundo está con ellos:

    Que estén convencidos que han sido elegidos para servir a la gente. Y que no utilicen el poder que la gente les da, para “trepar socialmente”. Si la gente “nota” que buscan sus intereses, desprestigiarán aún más a la política y la gente los despreciará.
    Además que no se crean que la mayoría absoluta (según la ley de Hont) signifique que la mayoría de los ciudadanos les apoyan. Éste apoyo se lo han de ganar y no lo tienen garantizado.
    La Ley de Hont sirve sólo para contar votos, y no es el mejor reflejo de la sociedad.
    Esto lo veremos mejor con un ejemplo. Analicemos una supuesta población de 10.000 habitantes (para hacer números fáciles) con los datos de Sant Adrià de este año:

    – Sólo tienen derecho a voto 8.000 (no pueden votar niños, extranjeros, etc.)
    – De estos ciudadanos con derecho a voto, sólo han ido a votar un 44’3 de los votantes. Eso significa que han expresado interés en participar 3.544 ciudadanos
    – Si un partido saca una mayoría absoluta de votos, con el 60 % de papeletas depositadas, significa que, al ganador con mayoría absoluta sólo le hanvotado 2.126 ciudadanos de los 10.000 que viven en la ciudad. Eso supone que algo más del 75 % de los ciudadanos pasa de ellos o no les da, de entrada, su confianza.

    Porcentualmente eso es lo que ha pasado en Sant Adrià que el partido del PSC ha sacado 15 concejales con sólo 10.813 votos, cuando en el 2003 sacó 13.629 votos; 2.816 votos menos. Creemos que la humildad debería ser su punto de partida.

  2. Que sean capaces de tratarnos como personas adultas y no como menores de edad; eso quiere decir, que han de trabajar para crear verdaderos espacios de participación ciudadana.

    No queremos más proteccionismos ni más autoritarismos. Exigimos actitudes de “respeto mutuo”.
    Cuando las administraciones o sus técnicos no escuchan o no apoyan claramente a los movimientos ciudadanos, los están tratando “como si fuesen personas menores de edad” y con prepotencia. Anulan la participación ciudadana y frenan los procesos reales de cambio. De esta manera, nunca podremos hablar de procesos de participación.

  3. Que reconduzcan el proceso de la transformación social del barrio

    Hay que replantear la situación del Plan de Transformación Social de La Mina. No decimos que no valgan muchas cosas que se hacen; en absoluto. Pero creemos que hay temas notablemente mejorables y sería una pena dejar perder la ocasión que tenemos para el barrio.
    No se trata de poner en cuarentena todo el proceso; eso sería un grave error. Se trata de dar una correcta solución “al problema de participación ciudadana”, que en la última mesa política expusimos claramente al Sr. Alcalde.

    Tenemos pendiente, como ya dijimos en otro programa de radio, una nueva reunión de la Mesa Política del Plan de Transformación de La Mina. En ella tendremos que encontrar, entre todos, respuestas claras a temas como estos cinco:

    1- Una mejor coordinación interna. No a los “reinos de taifas personales”

    2- Más presencia de los responsables políticos en el barrio, con más capacidad de escuchar a la gente (y no solo a los que les dan palmaditas en la espalda). Se han de sentar con más frecuencia con las entidades (entre ellas la Plataforma) aunque, en algún momento, tengan que escuchar críticas a su gestión.

    3-Más coordinación entre los responsables políticos municipales y los técnicos del Consorcio. Una cosa es que les depositen su confianza y otra que se desentiendan de sus obligaciones.

    4-
    Respecto al frustrante tema de hacer cumplir las Ordenanzas Municipales, creemos que si hay que cambiar alguna ordenanza, que se cambie. Pero el problema fundamental se produce cuando las ordenanzas no se hacen cumplir y son papel mojado. Tener buenas ordenanzas y no poner los medios para hacerlas cumplir es una burla para los que las cumplen y una incitación al incivismo. Creemos que en La Mina, seguimos teniendo un serio problema con la policía, sobre todo, la local. Y dejemos los muchos ejemplos para otra ocasión.

    5-
    Y finalmente, respecto al desarrollo comunitario, que se dé más protagonismo político a aquellos regidores que tienen claro el tema de la participación ciudadana (independientemente del “discurso políticamente correcto” que, de boquilla, todo el mundo hace).

No hace falta repetir una vez más, que si el nuevo equipo municipal va por caminos de ponerse a trabajar por una mayor participación ciudadana, nos tendrán siempre a su lado trabajando las horas que sean necesarias, para ilusionar a la gente del barrio. Y en temas de implicación y trabajo poco se nos puede criticar.