Así va el Barrio :: 10 de març

El programa de radio que la Plataforma y la Asociación de Vecinos de La Mina, realiza cada semana, para informaros sobre el Plan de Transformación del barrio.

En el programa de este 10 de marzo vamos a tratar de varios temas de análisis sobre cómo vemos los de la Plataforma lo que está pasando en La Mina o lo que se nos viene encima a muchos vecinos.
Primero hablaremos del análisis y comentarios que hemos elaborado en la Permanente de la Plataforma y la Asociación de Vecinos. Ya veréis que no se trata de una improvisación, sinó fruto de muchos debates, reflexiones yanálisis realizados durante mucho tiempo.
Valoraremos también la fiesta de las mujeres que se celebró en La Mina. Y manifestaremos nuestra preocupación por el futuro bastante negro de muchos de nuestros jóvenes.

1 :: Análisis de la situación actual de La Mina

Cuando los gatos duermen, los ratones se hacen los amos

 

 

  1. Cuando los gatos se duermen:
    La constitución del Consorcio de La Mina creada por la Generalitat, la Diputación y los ayuntamientos de Barcelona y Sant Adrià, fue absolutamente correcta. El Consell Executiu (el órgano de control político de las cuatro administraciones) está bien planteado. La Presidencia alternativa del Consorcio entre el alcalde de Sant Adrià i la Consellera de la Generalitat, nos pareció perfecta.
    Este organigrama político funcionó bastante bien en la época de la Consellera Anna Simó. De hecho, siempre que teníamos algún problema (se nos hiciese caso o no) éramos recibidos y escuchados por el presidente de turno.
    Eso cambió totalmente en estos últimos años de la Consellera Carme Capdevila. A los vecinos ni se nos recibe, ni se nos escucha.
    Esta situación negativa se puede formular de muchas maneras: “Los gatos se han dormido”; “hay una “dejación de funciones por parte de los políticos”; el problema se les ha “hecho demasiado grande”; “no tienen tiempo de hacer un seguimiento más exhaustivo”. Y nosotros seguimos preguntando: ¿Qué es lo que está pasando aquí?.
  2. Que los ratones se hacen los amos:
    La “desaparición” de los políticos de la escena (evidentemente no del Consell Executiu, que se reúne de pascuas a ramos) hace que un grupito reducido de gestores se hayan hecho los amos de la situación y, a estas alturas, campan a sus anchas, evidentemente con el permiso de los responsables políticos.
    Y ojo, mucha atención. Nosotros no estamos, ni hemos estado nunca, en contra de los “técnicos y profesionales” que trabajan en el Consorcio. Porque algunas críticas nuestras dirigidas exclusivamente a ese grupito pequeño de “gestores de confianza política”, ellos ya se han encargado de hacer correr que somos una gente que estamos contra todos los técnicos que trabajen en La Mina. Jamás estaremos contra cualquier buen profesional que se gane decentemente la vida trabajando aquí.

    Conclusión: El problema serio del consorcio es doble.
    Por un lado, el abandono de responsabilidades de los políticos, y por otro la suplantación de funciones por parte de esos “gestores políticos” que han creado una red compacta entre ellos y las áreas que controlan, y que han logrado que, hoy por hoy, resulte muy difícil replantear nada.

Esa es una de las razones por las que los trabajos en red (en xarxa) horizontal, desde la base, siempre fallan sistemáticamente. Las redes de trabajo que crean ellos son todas verticales o piramidales, donde “quien tiene la sartén por el mango, es el que manda”. Si el problema fuese que no saben, nosotros mismos, que tenemos muchos años de experiencia en ese modelo de trabajo, les podríamos enseñar. El problema real, y hablando claro, es que no quieren, porque “les gusta demasiado el poder”.

Y no nos mueve a hacer esa denuncia ni la envidia, ni la venganza por los muchos palos injustos que nos dan. Nos mueve que, aunque acabe bien el Plan de Transformación Urbanístico de La Mina (ojalá, está por ver), la otra parte, el Plan de Transformación Social, aunque tenga elementos positivos, mucho nos tememos, que acabará con serios fracasos. Ellos se marcharán de aquí (a lo mejor hasta con “prestigio” y buenos cargos) pero los vecinos, una vez más “nos tragaremos los sapos” de sus errores.

 

2 :: Actividades del día de la dona a La Mina

Hay que felicitar a todos los colectivos de mujeres de La Mina, porque nos han ofrecido, durante esta semana pasada, a todos los del barrio, una gran cantidad de actividades de todo tipo (de fiesta, de participación, de debate, de concientización, etc.) muy interesantes.
Hay que reconocer la cantidad de horas de trabajo voluntario (una vez más no son los talonarios los que transforman la realidad) que nos han ofrecido. Si miramos la gente que ha asistido creo que pueden estar satisfechas. Pero si alguna lamentación habría que hacer es que demasiada gente de nuestro barrio no da respuesta a las muchas cosas interesantes que se les ofrece. La verdad es que ellos se lo pierden. Pero en el fondo todos sufrimos de ese pasotismo colectivo que tan bien le va al poder y a la administración.

 

3 :: La crisis: Padres trabajadores, hijos caballeros y nietos pordioseros

El implacable avance del paro en España está siendo, de largo, el más rápido en el mundo desarrollado. El drama del paro se ha agravado en febrero al llegar a los 3 millones y medio de parados.
La Seguridad Social contabiliza 1.140.000 afiliados menos en un año Casi 900.000 parados no reciben ni prestación ni subsidio alguno. El desplome del mercado laboral no es igual dentro de las diferentes autonomías. En España hay tres comunidades autónomas que superan el 70 % de crecimiento del paro:

 

  • El cierre de la Exposición Universal en Aragón a finales del verano pasado ha disparado el desempleo en esta comunidad. En un año crece en 35.000 personas, el 83% más.
  • La Comunidad Valenciana y Murcia son el paradigma del pinchazo de la burbuja inmobiliaria: el final del boom del ladrillo en la costa deja incrementos del número de parados en torno a un 70% en ambas autonomías.
  • Catalunya llega al 64 % de aumento del paro.

No tenemos datos de La Mina, pero sería muy interresante conseguirlos.
Valorando en la Plataforma la evolución de nuestra sociedad, los grandes cambios que hemos visto y los que en poco tiempo nos va a tocar ver a causa de la crisis en la que nos han metido, en la línea de lo que estábamos valorando me vino a la cabeza la memoria de algo que me decían en casa cuando yo era niño: “De padres trabajadores, salen hijos caballeros y nietos pordioseros”

Padres trabajadores:
En la décadas de 1950 y 1960, muchos inmigrantes andaluces, maños, gallegos, extremeños y castellanos que llegaban a Barcelona, venían, con las manos vacías, buscando un futuro mejor para sus hijos. Muchos de ellos, tenían que levantar cuatro paredes y el techo de alguna barraca (a veces por las noches para que, al día siguiente, la policía encontrara una casa habitada y no la echara abajo). Muchas veces lo lograban con la ayuda de otros vecinos, que, si hacía falta, les prestaban cuatro muebles, para que la policía viese que la barraca estaba “habitada”.
Así, a base de voluntad, de constancia, de lucha y de solidaridad, los emigrantes se iban abriendo un camino nuevo en Barcelona.
Esos padres y madres, muchos de ellos casi analfabetos, se apuntaban a la escuela a sus 40 años, para mejorar sus conocimientos y sacarse el carné de conducir.

Hijos caballeros:
Hoy en día, sus hijos se han situado bien; “son caballeros” y algunos han ido incluso a la universidad. Su mundo es muy diferente del de sus padres y, aunque trabajan mucho, no lo hacen en las condiciones de precariedad de la generación anterior. Han mejorado mucho su nivel de vida, pero no todos han sabido transmitir a sus hijos la cultura del esfuerzo.

Nietos pordioseros:
Por eso, muchos de sus hijos (los nietos de los emigrantes) tienen, por un lado, unos niveles de consumo y de nivel de vida que jamás sus abuelos habían podido imaginar; pero por otro lado, unos índices de fracaso escolar enorme. Bastantes de ellos son unos perfectos consumidores, “nuevos ricos arrogantes”, egocéntricos e ignorantes. Dicen que estudiar es de “pringaos”. Son ajenos a la cultura del esfuerzo que identifican con la pobreza. Admiran la riqueza privada. Desprecian las oportunidades, que nadie de su familia ha tenido antes que ellos. A veces dan rabia, pero sobre todo dan pena, porque, si la crisis todavía no ha tocado fondo, van a convertirse en “los nietos pordioseros” que me decían mis padres.