Fuertes marejadas en el litoral de Sant Adrià de Besòs

Francisco Marín, de BISAUCII: Col·lectiu urbà del Besòs, reflexiona sobre el litoral de nuestra ciudad destacando las ultimas noticias, sucesos y movimientos de las administraciones relacionadas y su importancia en los procesos de desarrollo de la ciudad.

 

Entre las importantes transformaciones llevadas a cabo y consolidadas en el Área Metropolitana de Barcelona, sin duda alguna, se encuentra la de su litoral urbano. La apertura de la ciudad de Barcelona, de nuevo, a sus playas, a lo largo de todo el tramo de la Villa Olímpica -en un primer momento- (1992) y el no tan logrado del Fòrum de las Cultures (2004) ha significado para el territorio metropolitano la creación de un nuevo modelo de ciudad, no sin contradicciones y sobresaltos.

Pero, en concreto, para el municipio de Sant Adrià, las transformaciones  llevadas a cabo en su litoral, no han llegado a alcanzar los mínimos objetivos prometidos y esperados. El Port Fòrum, en territorio de Sant Adrià, pero gestionado y capitalizado por “Barcelona”, languidece y las promesas de un desarrollo marítimo, laboral y económico no se han alcanzado ni de lejos.

En las playas del litoral de Sant Adrià sucede algo peor. Tanto en su margen derecho como en el izquierdo se está proyectando el uso de la conseguida apertura al mar como espacio dedicado esencialmente al “desmadrado” ocio nocturno. La lógica que siempre hemos criticado y contra la que por décadas se viene luchando, para desgracia de los vecinos de Sant Adrià se vuelve a imponer una vez más. Los poderes fácticos del Ayuntamiento de Barcelona, Área Metropolitana, Consell Comarcal, Barcelona Regional, Consorci del Besòs,… siguen “colonizando” el municipio de Sant Adrià. Políticos y técnicos de tercera en el ayuntamiento de Sant Adrià obedecen lo que mande “Barcelona” o los intereses de los especuladores de las grandes empresas industriales sitas en el frente del litoral de Sant Adrià, que hace más de un siglo “colonizaron” sin tan siquiera compensar el territorio.

¡¡Que Joan Brossa nos siga enviando, desde donde se encuentre, antipoemas con las cabezas de los nuevos Porcioles¡¡ Esta vez no dejaremos que “castren” –afirma un grupo de “activistas”- la inspiración de Brossa, para exponerla a la vista, sin contexto y con mentiras, en el Museu Històric de la Inmigració de Catalunya.

 

Desde el Ayuntamiento de Sant Adrià comenzaron a justificar el negocio de  las “juergas nocturnas” con “cama a orilla del mar” en la playa del Parc de la Pau  por su rendimiento económico, la cercanía del transporte público y la discreción del lugar, detrás de las térmicas e incineradora, que evitaba cualquier molestia para los vecinos más cercanos. El último proyecto conocido, en el litoral del margen derecho del río Besòs y concretamente en el espacio del Port Fòrum, es la construcción de una discoteca con capacidad para 7.000 personas. Como inversor principal se presenta el dueño de la discoteca AMNESIA de Ibiza, amigo de la familia Pujol Ferrusola, y el arquitecto estrella del edificio será el francés Jean Novell, creador en Barcelona de la Torre Agbar.

El problema de la “colonización” se ha agravado en el margen izquierdo adrianense. Como ya se informó desde el primer momento por el Fòrum Ribera del Besòs en su web (actualmente no disponible), el Ayuntamiento de Sant Adrià y el Consell Comarcal del Barcelonés cedieron las piscinas públicas descubiertas del Parc del Litoral a empresas privadas que, destrozándolas, las han convertido en discoteca. Por lo que se conoce, todo se inició de una manera muy “casolana”. La dación fue hecha por parte de Sito Cangas,-alcalde de Sant Adrià en esa época y, al tiempo, presidente del Consell Comarcal del Barcelonés-, a la empresa que gestionaba las instalaciones polideportivas municipales de Marina Besòs de Sant Adrià. Ésta, a su vez, la subarrendó. Y, por último, entró haciéndose con todo el negocio la empresa que gestiona la discoteca AMNESIA. Todos los mencionados andan liados en denuncias y  juicios entre ellos y contra el ex alcalde, Sito Cangas, quien, una vez que dimitió como alcalde de Sant Adrià, forma parte como “comissionat” de la junta directiva del Consorci del Besòs, entidad que, desde hace poco, gestiona directamente la transformación del litoral de Sant Adrià.

La empresa que actualmente tiene la concesión de las piscinas públicas destrozadas y convertidas en discoteca es ATLÁNTIDA, filial de AMNESIA.

Desde hace ya más de cuatro años, durante los meses de julio y agosto, prácticamente durante toda la semana, de 12 de la noche a 6 de la mañana, a buen número de familias del barrio  de Sant Joan Baptista de Sant Adrià les es imposible descansar por el volumen de la música de la discoteca Atlántida, a poca distancia de la zona habitada. El ruido es intolerable. El argumento de que han creado varios puestos de trabajo, aunque fuera verdad, no es comparable con el deterioro al que someten a cientos de personas que muy de mañana han de marchar a trabajar. Y, sobre todo, toda empresa, también las de ocio, han de cumplir con las normativas legales existentes.
 

Y más aún, según manifiestan los vecinos de la zona y los usuarios de la playa de Sant Adrià, el incivismo, tanto a la entrada como a la salida de la discoteca, conlleva el destrozo del mobiliario urbano, suciedad, inseguridad, …. Cada noche el entorno de la discoteca con el barrio y la playa se convierte en un  gran “botellón”.

Tras las protestas vecinales, el Ayuntamiento –quien dio el permiso de apertura- ha sido incapaz de cerrar la discoteca y acabar con el problema. La información municipal a la prensa, comunicando que había dado orden de cerrar la discoteca, fueron palabras vanas, porque el juez del caso anuló la orden municipal por defecto de forma.

El Consell Comarcal, propietario legal de las piscinas destrozadas y quien las alquiló al dueño de AMNESIA, está descaradamente a favor del negocio sin tener en cuenta ni importarle el deterioro urbanístico de esta parte de Sant Adrià. Ni, tampoco, el daño psíquico y físico que produce en sus vecinos.

Todo ello ha sido sintetizado con brevedad y contundencia por el escritor de Sant Adrià Javier Pérez Andújar en su último libro, Milagro en Barcelona (Ariel, 2014): “….Sant Adrià y Badalona…. Ahora en la mirilla de la especulación turística. Discotecas para que París Hilton venga a pinchar discos en fiestas llamadas “de espumas y diamantes” enfrente a los bloques segregados de la Mina, al lado de las vías del tren. Salas de fiestas de lujo balear echando el ancla junto a la desembocadura del río Besòs…. Grupos de capital chino que proponen comprar las tres chimeneas para hacer de ellas el emblema de sus intereses comerciales. Grupos de dinero ruso que también pretenden para instalar en su interior un casino. En eso se está convirtiendo el último territorio sin edificar de Barcelona. La última zona urbana que había se había librado de la especulación salvaje”

Como los vecinos suelen ser los últimos en enterarse de qué proyectan en su pueblo los que manejan el poder, hasta hace bien poco no supieron que el futuro del litoral de Sant Adrià está ahora en mano de los políticos y técnicos del Consorci del Besòs. No deja de ser extraño que, desde este nuevo espacio de gestión, se utilicen mecanismos de contrataciones que no están sujetos a las normativas municipales. De tal manera que, de este modo, los vecinos de Sant Adrià saben ahora aun menos del futuro de las transformaciones urbanas –en este caso, de las transformaciones del litoral- que si las gestionaran directamente del propio ayuntamiento, cumpliendo las normativas municipales.

Los del Consorci del Besòs y sus amigos arquitectos y urbanistas internacionales, planeando como dioses transformadores –lápiz en ristre, con cientos de alumnos universitarios río abajo, desde Montcada de Reixach a la desembocadura del Besòs– han convocado un concurso internacional para una “propuesta que mejore el paso subterráneo bajo la vía del tren que comunica la Avenida de la Playa con el mar” en colaboración con el Institut pour la Ville en Mouvement, de París (todo ello sin poder pasarse de los ¡¡¡500.000 euros¡¡¡)

Y, al tiempo, han realizado la contratación directa del urbanista Jornet para la elaboración de un avantprojecte del litoral.

Nada de todo ello  pasa por una Junta técnica ni un pleno del Ayuntamiento; se hace sin consultar con los vecinos, (aunque los políticos en activo  han comenzado a marear la perdiz con la creación de un preConsell de barri y un Consell de transformación del litoral, cuando ya todo está en marcha) Nada de ello cuajará en una verdadera participación, sino que se utiliza ya desde ahora como propaganda preelectoral, “mareando la perdiz”,  para no imponer realmente los proyectos que saldrían de la base, porque los enfrentaría, de verdad, a los poderes económicos con los que en el Ayuntamiento y en el Consell Comarcal ya han pactado el futuro del litoral en líneas generales. ¿A cambio de qué? Ellos sabrán. Para Sant Adrià bien seguro que puede significar la hipoteca de su mejor desarrollo urbano, económico, cultural y social al que ciudad y vecinos tienen derecho.

Como hemos dicho, ellos, los del Consorci del Besòs, ya han encargado al grupo JLP (Jornet, Llop, Pastor) un avantprojecte del sector de las 3 chimeneas hasta el río Besòs, margen izquierdo. Y han convocado el concurso internacional al que hemos aludido. Políticos y técnicos (cargos de confianza) no solucionan problemas que amargan la vida cotidiana de los vecinos, como, por ejemplo, el de la discoteca Atlántida, pero crean superestructuras internacionales “vanidosas” a costa del dinero público.

¿Dónde radica el temor de los vecinos frente a unos concursos y proyectos de transformación de nuestro litoral sin que Sant Adrià, sus vecinos, hayan podido decir qué es lo que desean en la transformación urbana de su litoral y cuales son las cosas que no están dispuestos a permitir?

Entre otras varias cosas a plantear en un diálogo previo entre vecinos, políticos y técnicos, en su momento, lo que los vecinos de Sant Adrià rechazan de plano es que el frente marítimo sea “colonizado” por Barcelona capital para quitarse de encima todo lo que le estorba y de lo que la “marca Barcelona”, con sus tejemanejes y fuera de su territorio más inmediato, seguirá sacando beneficios.

¿A qué acuerdo previo han llegado ya los políticos y técnicos del Consorci del Besòs con los propietarios de los terrenos de la zona del litoral?

Estos propietarios son: “Ajuntament de Sant Adrià y Consell Comarcal (86.435 m2); Banco Santander (75.012 m2); Endesa (76.130 m2 en Sant Adrià y + 42.950 m2 en Badalona)

 Si entre ellos no han llegado a ningún acuerdo, según dicen en Jornadas y conferencias universitarias ¿cómo es que hacen proyectos y concursos internacionales sin tan siquiera valorar y tramitar el cambio de las actuales calificaciones urbanísticas?

Los vecinos se preguntan: ¿cómo es que se negocia con Alcampo la construcción de un polideportivo “privado” en su territorio? ¿Significa ello que en el nuevo proyecto que traza Jornet ya se da por hecho la demolición del actual polideportivo Marina Besòs, público, moderno, con precios al alcance de más gente, y conseguido por la colaboración de Sant Adrià en los eventos de las Olimpíadas del ’92? ¿También el campo de fútbol irá fuera? ¿A cambio del “campo de fútbol americano” a construir para el equipo de Barcelona en el territorio adrianense de La Catalana?

¿Cómo están pensadas las conexiones de la nueva urbanización con el Sant Adrià histórico? ¿Se ampliarán las conexiones, infraestructuras y estructuras para hacer más amplio, posible y rentable (para sus dueños y especuladores) los negocios del “ocio-nocturno-desmadrado-espacio libre para el negocio de drogas y alcohol”?

Para poner sobre la mesa todas estas cuestiones y el modelo de transformación del litoral –dialogando con todos- es por lo que los vecinos de Sant Adrià quieren saber qué proyectan inversores, políticos y técnicos a sus espaldas.

Una idea que corre entre grupos de vecinos y entidades de Sant Adrià: que el gobierno municipal y el Consorci del Besòs paguen con dinero público los técnicos que los vecinos necesiten para sus proyectos, hechos desde la base, sobre el litoral de Sant Adrià.