Floser vuelve a dibujar de forma relajada y con autocrítica sobre aquello que nos rodea.
Buenas a todos un mes más. Antes de empezar vuelvo a pediros disculpas por la calidad del dibujo, que aunque es mejor que el del mes pasado, sigue estando lejos de mis capacidades. Estoy pasando una época un poco difícil (personalmente hablando) y lógicamente esto afecta a mi “creatividad”. Las tiras no se me ocurren hasta el último momento, la última semana. Como si la presión de entregarla me abofeteara para despertarme de un estado digamos… de abandono de una musa intangible.
Ahora sí, quiero hablaros de las obras en La Mina, tema que ya toqué cuando inauguré esta nueva etapa de “La Mina by Floser”. No quiero decir nada negativo sobre ellas, porque a parte de las calles cortadas, o esos “pasos de peatones” improvisados e imposibles de encontrar… (es como jugar a “¿Donde está Wally?”), a parte de estas banalidades, creo que se está haciendo un muy buen trabajo.
La calle de Sant Ramón de Penyafort está quedando preciosa, con unas aceras amplias, y una carretera que por fin han re-asfaltado, y quitado esas piedrecitas que antes había, que aunque diminutas, eran realmente molestas.
No sé que más puedo decir, porque sinceramente no se me ocurre nada que añadirle a un buen trabajo, ¿el ruido? Quien algo quiere, algo le cuesta, y seguro que todos queremos que el barrio esté bonito. Uno de mis tantos sueños, es poder vivir en este barrio siempre, cómodamente, paseando por unas calles que sean dignas de admiración, sin basura rodeando el contenedor, sin pintadas con tizas en el suelo. Pasear abrazado de mi pareja por un parque que esté completamente reformado, viendo y disfrutando de esos simpáticos sudamericanos que juegan, beben, ríen y llenan realmente de vida ese parque precioso que tenemos. Así que, ¿qué decir de las obras? Simplemente: gracias por el esfuerzo.
-Sergio Flores Marcos.-
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