Mapa Sensible :: Casal Gent Gran

Porque los mapas sólo tienen una pequeña leyenda a un lado y necesitamos más hitos que nos sirvan de guía, hemos decidido hacer un relato de las entidades y servicios del barrio que nos acompañen en nuestra travesía. Valle realiza este mapa sensible donde poder encontrar los puntos cardinales.

 

Comenzando por el Casal de Gent Gran, donde se encuentra la Associació Jubilats i Pensionistes de la Mina.

 

He quedado con Pilar, trabajadora del centro, a la que me encuentro en plena limpieza del bar tras la comida y el café. Cuando termina, nos sentamos en una de las mesas pequeñas. En la sala de al lado se ven varias personas, alrededor de una mesa, jugando al bingo, pero la voz del que va cantando los números casi no se escucha tras el volumen de la televisión, donde se debate por qué la Terelu deja la televisión.

Comenzamos con un poco de historia, y me cuenta que el centro se abrió en el 1991. Tras la colocación del ascensor en el edificio, se reformaron los bajos y los vecinos decidierón cederlos al ayuntamiento para que sitúen y gestionen ellos el Centro de Día, convertido ahora en Casal.
Desde entonces, éste es el encargado de gestionar los distintos servicios que se ofertan, así como fijar el precio del menú casero que allí se sirve, que actualmente y tras la subida de costes, tiene un precio de 5.10€. Además, hay servicio de podología y peluquería, con precio bastante asequible también.

Pilar, con la ayuda de su hija, se encarga tanto de la limpieza como del bar y las comidas. Ellas son de las pocas trabajadoras del centro, junto con las monitoras de las actividades (que son tres), la podóloga, y la peluquera, y no cuentan con la posibilidad de introducir voluntariado, porque dicen “no es necesario”.

Se trata de un espacio que posibilita conocer y relacionarse con otras personas de la misma edad, con las que compartir a lo largo del día diferentes actividades y experiencias, además de comer juntos, a mesa puesta, lo que en muchos casos supone una ayuda importante.
Entre las actividades que podemos encontrar en el centro, que suelen ser de mañana, están el yoga, la gimnasia, el taller de manualidades, el taller de memoria y el de arte-terapia, con cuya monitora charlo un rato también.

Estas actividades son totalmente gratuitas, y para acceder a ellas sólo es necesario apuntarse a principio de curso, cuando se abren las plazas, que normalmente suelen cubrirse bastante bien. Me dicen que “la gente de La Mina es de las más participativas, siempre responden muy bien en todas la actividades, sólo en mi clase tengo a veinte personas”.

 

El centro está abierto a cualquiera que quiera participar, aunque generalmente encontramos más mujeres que hombres allí, ya que estos últimos suelen ir poco, a jugar al bingo o al dominó, más que a las actividades que se organizan. “Quizá es porque no hay muchas actividades para hombres, o que puedan parecerles atractivas”.

Como entidad, trabajan en ocasiones muy puntuales con otras asociaciones y colectivos del barrio, entre las que destacan Las Adrianas, Alfa Costura y la Biblioteca, con quien a veces realizan alguna actividad. Pilar comenta que le encantaría que se realizasen muchas más, y con otras entidades y grupos de la zona, pero que el tiempo es limitado y es difícil organizar algo que salga bien.

Entre los planes de futuro que me comentan, estaría la posibilidad de realizar otras actividades y talleres, como un curso de baile, que es lo más reclamado por la gente que frecuenta el centro, aunque también se propondrían un espacio de lectura de diarios y revistas o un taller de escritura.

Pilar define su barrio “en sí, es un barrio majísimo”, con sus cosas buenas y malas, como todos. Opina, que la situación es peor ahora, porque no hay trabajo ni dinero, y hay que buscar donde sea para darle de comer a la familia. Se queja de la mala imagen transmitida por los medios de comunicación del barrio, que cada vez que vienen reiteran más, olvidándose, como de costumbre, de las cosas buenas que se hacen y que existen en el mismo, “por cada malo supongo que habrá veinte buenos, pero sólo se ve esa parte mala, lo bueno nadie lo ve”.